Imagina un mundo sin títulos cinematográficos, ¿cómo sería? Es frecuente pensar que solo nos sirven para nombrar a las películas y ser capaces de encontrarlas cuando queramos. Sin embargo, detrás de ellos se esconden importantes estrategias del marketing, pues cada uno se piensa con un propósito diferente.
Seguramente has escuchado la frase: “no juzgues a un libro por su portada”. Aunque es un dicho antiguo, las personas y la publicidad lo ignoran. No se debe subestimar a los títulos cinematográficos, al final de cuentas, son la primera impresión que tienen los espectadores sobre las películas.
La magia de un buen título
Como bien mencionamos, un título es un imán que atrae a la audiencia y, ¿qué es esto si no publicidad? El nombre será incluido en todos los anuncios y en todos los formatos que te puedas imaginar, ya sea en forma física o digital.
Así, se invierte tiempo y recursos en la elección del nombre adecuado, considerando factores algunos factores, por ejemplo: la memorabilidad, debe ser fácil de recordar; la emoción y promesa, que capture la esencia emocional o que prometa una experiencia específica; la originalidad, necesita destacar para no ser confundida con otros títulos; y la conexión con la audiencia, es decir, que resuene con su público objetivo, utilizando referencias culturales y palabras clave.
Forrest Gump o Rocky, utilizan los nombres propios de los personajes principales y son fáciles de recordar, sin embargo, el nombre de The Matrix explica y sintetiza el argumento que se espera encontrar en la película.
Un título efectivo permite el branding
La presentación importa. No basta con encontrar un título que suene atractivo, la publicidad debe lucir bien. Si bien es cierto que la industria cinematográfica tiene por objetivo el entretenimiento, es bien conocido que en ella se gastan millones de dólares, por lo que se espera que la retribución también sea grande.
Los directores deberán encontrar maneras de no generar dinero únicamente de la venta de boletos, sino de diversificarlo. Una forma recurrente es el branding: el título de la película puede convertirse en una marca poderosa, que facilita la expansión a través de merchandising, secuelas y franquicias. Ejemplos como Star Wars, ilustran claramente que un título bien elegido, puede transformar una película en un fenómeno cultural y comercial duradero.
- Impacto del Título: El título Star Wars evoca inmediatamente el vasto universo de la saga, lleno personajes icónicos y conflictos galácticos. Este nombre no solo identifica la película original de 1977, sino a una de las franquicias más exitosas en la historia del cine.
- Expansión de la Marca: A partir del título, Star Wars se ha expandido a múltiples secuelas, precuelas, series de televisión, libros, cómics, juegos y una amplia gama de productos de merchandising que van desde juguetes hasta ropa. El nombre en sí mismo, se ha convertido en un símbolo cultural reconocido globalmente.
Es de esperarse que este proceso no sea nada fácil y, siendo un tópico dentro de la publicidad, conlleva mucha creatividad e imaginación, mezclada con teoría y estrategia. El diseñador de títulos, Dan Perri, a través de una entrevista hecha por Academy Originals, explica el camino que recorrió para la creación de títulos que incluyen Star Wars y El Exorcista.
El título de una película es una colaboración entre los creativos que conocen la esencia de la historia y los equipos de marketing que entienden el mercado. Sin duda, es más que sintetizar el storytelling en un par de palabras, pues de lo que se trata es de captar la atención del público y transmitir la promesa de una experiencia cinematográfica única.
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