Uno de los temas más polémicos de los últimos años es el de la Inteligencia artificial contra la creatividad humana. La más reciente huelga de escritores en Estados Unidos fue un movimiento para evitar, entre otras cosas, que las empresas utilicen estas herramientas digitales para quitar el trabajo a los creativos y el principal temor era que se buscara reemplazar a la creatividad humana.
“La creatividad es la inteligencia divirtiéndose.”
La creatividad humana es muy subjetiva y es prácticamente imposible encontrar a dos personas que estén totalmente de acuerdo en el quehacer creativo. Si no me creen, esta es la respuesta de Chat GPT al preguntarle si la IA nos reemplazará:
“En la actualidad, la IA puede ser una herramienta valiosa para potenciar la creatividad humana al automatizar tareas repetitivas y ofrecer sugerencias, pero rara vez crea algo genuinamente nuevo por sí misma. La creatividad humana a menudo se nutre de experiencias personales, emociones, intuición y un profundo entendimiento de la cultura y la sociedad, aspectos que son difíciles de replicar por completo en una máquina.”
Las máquinas pueden innovar de cierta manera con combinación de datos, pero eso no quiere decir que harán que la creatividad humana esté en la sombra. Los humanos tienen la habilidad de poder abordar un problema de distintas maneras en las que una máquina no puede, sin embargo la inteligencia artificial si está moldeando y transformando las industrias creativas.
No hay que ver a la IA como un rival sino como una herramienta con la que nuestra creatividad pueda colaborar. Podemos complementar nuestros pensamientos, bajar ideas, puede ayudarnos a ser más eficientes. La creatividad en sí misma es una característica definitiva de humanidad, pero otra característica humana es la de crecer, evolucionar y llegar a donde nunca imaginamos con ayuda de las herramientas que creamos.
Esta tecnología nos ha puesto a pensar que el apocalipsis de la inteligencia artificial no será como lo decían las películas de ciencia ficción, sino que será un ataque directo a los creativos. Esta tecnología alarma más que nunca, pues para muchos, ver formarse ideas en cuestión de segundos en la pantalla y piensan es un peligro para aquellos que crean y se dedican a trabajos de impulso artístico y creativo, pero Cómo funciona la inteligencia artificial
Simplificando un poco, la inteligencia artificial emplea algoritmos complejos para examinar colecciones de datos como obras preexistentes, información, estilos y técnicas y, a través de este análisis, el sistema adquiere la capacidad de generar piezas nuevas por medio de patrones y características distintivas, pero no se restringe a imitar, sino que también puede generar cosas nuevas mediante esta información.
Por otro lado, la creatividad es uno de los rasgos humanos más extraordinarios, sin ella no habría ni poesía, ni música, ni internet, ni exploración espacial y mucho menos habría inteligencia artificial.
Desde la perspectiva más teórica, la creatividad es un proceso de búsqueda y combinación, son trozos de conocimiento que se conectan para hacer algo más nuevo y útil, y eso suena a algo que pueden hacer las máquinas, incluso puede ser mejores generando por su capacidad de almacenamiento y procesamiento, pero el factor humano es algo que no se puede imitar.
La creatividad, como te contamos hace algunos párrafos, es un remix de conocimientos, pero hay un factor que no mencioné: La subjetividad.
La creatividad es casi imposible sin la capacidad de pensar metafóricamente, hacer predicciones que vayan más allá de la simple extrapolación de datos. El docente Anton Oleinik declara que, en el mejor de los casos, la Inteligencia Artificial puede imitar la creatividad, pero nunca podrá abarcarla por completo.
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