Los humanos somos inherentemente emocionales, en cada una de nuestras actividades imprimimos nuestros sentimientos ya sea positivos o negativos y en la decisión de compra no es la excepción. Es por eso que en marketing hay que saber cómo utilizar las emociones a nuestro favor y convertirlas en aliadas para poder generar ventas.
Tus clientes sienten y todo lo que pasa en esos procesos emocionales juega un papel fundamental y puede tener un gran impacto en tus ventas. Saber manejar e identificar emociones es una habilidad relevante al enviar mensajes y estímulos que inviten a tus clientes potenciales a tomar la decisión final de compra. Si lo haces bien los resultados serán positivos y si lo haces mal puedes propiciar un ambiente negativo que afecte no solo las acciones de tus compradores, sino también su relación con tu marca.
La principal estrategia de marketing emocional es el storytelling, ya que todas las personas podemos relacionarnos con historias bien contadas. Esto crea conexiones sólidas entre momentos que invocan felicidad en nosotros y la imagen que tienen de nuestra marca, es por eso que el marketing de nostalgia funciona tan bien, evocar recuerdos provoca familiaridad, tranquilidad y confianza en el cliente.
Pero la nostalgia no es la única herramienta, también se puede llegar a las personas con otras emociones como alegría, esperanza, amor, euforia, etc., y ejemplo de una compañía maestra en este arte es Coca-Cola.
Esta marca de refrescos que para muchos se asocia con una bebida, para otros se relaciona con la familia, con felicidad, con grandes momentos. En su campaña “Comparte la felicidad” solo tuvieron que poner decenas de nombres en sus latas y la gente estaba por ahí, comprando la bebida para regalarle a sus seres queridos o para encontrar esa lata que fuera suya. Seguro más de uno conoce a alguien que aún la guarda como tesoro.
Coca-Cola hizo sentir a la gente que ese producto era creado específicamente para ellos y cada campaña que hace la marca roja está pensada para evocar algo en sus clientes, lo que les ha funcionado por años, pues las emociones son algunos de los motivadores más importantes en el instante de la compra.
Otra marca que es maestra en el marketing emocional es Nike. El “Just Do It” de la marca deportiva debería ser suficiente ejemplo, pero para adentrarnos un poco más, solo hace falta ver los comerciales que lanza durante los eventos deportivos más importantes, como la Copa del Mundo. Nike constantemente elabora piezas con un storytelling magnífico que pasan a la historia y permanecen en la memoria de todos los consumidores. Prueba de ello es el video previo al Mundial de Qatar, donde rejuvenecieron a leyendas de este deporte. Muéstrenle este video a cualquier fanático del fútbol y vean su reacción, es emoción pura.
Cuanto más fuerte se sienta la emoción, más se animarán tus clientes y compradores potenciales a realizar una transacción por tus productos, las emociones empujan a acciones, ya sea de compra, de suscripción o hasta de rechazo.
"El marketing ya no se trata de las cosas que vendes, sino de las historias que cuentas"
Pero ¿Cómo realizamos una buena estrategia de Marketing emocional? La respuesta está en los 4 pilares de esta estrategia.
1.- Vínculo afectivo Marca-Consumidor
El cliente tiene que vivir experiencias con la marca, tiene que relacionar tu nombre, logo y productos con momentos importantes en su vida. Esto no se logra de la noche a la mañana, pero el feedback del cliente es ideal para comenzar a construir esta importante relación. Tu público quiere ser parte de la marca, quiere ser escuchado y si se logra la experiencia de usuario es completa. Este es el primer paso para crear marketing emocional y se llama atracción.
2.- Experiencias, sensaciones y emociones.
Puedes destacar comunicando experiencias de valor o solo ser parte de las miles de marcas que están en el día a día enviando mensajes que no llegan a nadie. Evita llegar a la ‘infoxicación’ con mensajes que no lleguen a los clientes o que los aburran, tú quieres que tu comunicación les haga sentir emoción, felicidad, nostalgia, amor, que les recuerden experiencias valiosas.
Ya que tus clientes sepan que puedes causar estas experiencias y que conoces sus gustos y motivaciones, estás en la etapa de seducción
3.- Lovemark
La meta es comenzar a convertirse en una lovemark. Marcas que se vuelven parte de la vida del cliente. Se tiene que tener primero el vínculo afectivo y después nutrirlo. Enamorar no es fácil, pero repitiendo el paso uno constantemente podrás hacer que tus clientes exuden emociones al escuchar tu nombre. Mantener el amor es aún más complicado, pues vives un ciclo de escuchar y comunicar constante. Si haces esto de manera correcta, ya tienes conexión con tus compradores
4.- Trabaja Marketing de contenidos
Todos los puntos de arriba te llevan a crear contenidos que estimulen y convenzan a la persona, para esto debes preguntarte ¿Qué le interesa a mis clientes? ¿De qué manera mi mensaje comunica eso? ¿Puedo agregar aún más valor a mi comunicación? ¿Qué puedo ofrecerles? Así estás logrando un intercambio con tus clientes, conoces a tu público, lo has escuchado y ofreces lo que ellos necesitan.
El Marketing emocional es fácil de recordar, además de que te puede ayudar a asociar ideas positivas con tu marca; te ayuda a diferenciarte de la competencia y crea un efecto de lealtad y fidelidad ante tus clientes. Vender emociones y no productos ha hecho que muchas de las marcas más importantes del mundo estén donde están, así que intenta arriesgarte, identifica la emoción con la que quieres acercarte al público, piensa la mejor manera de lograrlo y lánzate al mundo del marketing emocional. Cuenta tu historia porque tu público tiene que sentir, ya que si no sienten nada, si las personas no conectan con tu marca, los clientes simplemente pasarán de largo.
Si necesitas ayuda para la creación o difusión de tu storytelling, contáctanos aquí.